Después de un 2023 histórico para el rugby uruguayo con el bicampeonato continental de Peñarol y la tercera participación de Los Teros en la Copa del Mundo, el 2024 no fue el mejor para la franquicia mirasol y de cara al 2025 todo se reestructuró para crecer y mejorar.

En primer lugar, la Unión de Rugby del Uruguay (URU) y el club aurinegro, apostaron por Ivo Dugonjic como head coach luego de su histórico y exitoso pasaje por Los Teros Seven.

Era una gran apuesta por un joven entrenador que hacía mucho no estaba al frente de un XV —tras su etapa en PSG— pero que dejó en claro que está para cosas importantes.

Y claro está que rodear a Dugonjic era otro desafío y en ese aspecto Peñarol armó un muy buen staff técnico con Federico Izeta al frente de la parte física y entrenadores como Conrado González y Alejandro Nieto y varios más que pusieron su impronta y trabajaron en detalles durante el día a día del Centro Charrúa.

Todo comenzó a andar y llegó la temporada oficial del Super Rugby Americas que representaba el gran desafío para el aurinegro luego de un 2024 en el que el equipo había quedado por el camino en semifinales con Pampas de Argentina.

Foto: Ignacio Sánchez

Y si de argentinos se trata, a Pampas y Dogos XV, campeón de la edición 2024, se sumó Tarucas de Tucumán para reforzar el nivel de un torneo de suma exigencia.

Es que el 2025 es un año particular para el rugby de la región porque las franquicias de este torneo continental son las que en mayo medida alimentan a las selecciones que —salvo Los Pumas de Argentina que ya están clasificados— lucharán por un cupo directo en el Mundial de Australia 2027.

Y un punto clave en Peñarol era el armado del plantel. Ahí, tanto el club aurinegro como la URU jugaron un papel clave para contar con varios referentes de Los Teros que optaron por no salir al exterior o que directamente no recibieron ofertas para emigrar.

Foto: Ignacio Sánchez

Además, jugadores jóvenes que ya habían demostrado su nivel en el seleccionado uruguayo, tanto en el XV como en el Seven, también dieron una mano para construir al equipo de Peñarol Rugby.

Pero como en toda temporada dura, exigente y competitiva, el Carbonero tuvo que lidiar con un tema que afectó a todos los participantes del Súper Rugby Americas: las lesiones.

Algunas más duras que otras, algunas más complicadas que otras. Pero así y todo, el plantel pudo salir adelante y hacerle frente a ausencias importantes.

Otro punto clave fue el capitán. La figura de Manuel Diana, que con 29 años lideró al plantel en base a su experiencia —jugó dos Mundiales con Los Teros— y jerarquía para unir a los más jóvenes con los maduros y los más “veteranos”, superar obstáculos y cumplir con la idea de juego.

Foto: Ignacio Sánchez.

Y fue así que de a poco, Peñarol fue construyendo el equipo que comenzó la temporada con un agónico triunfo frente a Dogos XV en el Estadio Charrúa que no hacía más que presagiar que el Super Rugby Americas iba a ser durísimo para todos.

El Carbonero cerró la fase regular en el segundo lugar detrás de Pampas XV con 39 puntos gracias a ocho triunfos y cuatro derrotas. Fue el segundo equipo que menos tries recibió (32) mostrando una fortaleza defensiva que lo llevó a la final.

Y precisamente en la final, el XV de Ivo Dugonjic jugó en gran nivel durante 50 minutos para pasarle por arriba a Dogos en el Estadio Charrúa y sacar una ventaja que fue indescontable, más allá del esfuerzo de los cordobeses que quedaron a un solo punto de una remontada histórica por el título.

Foto: @CAP_Rugby.

Pero a todo lo anteriormente mencionado, hay que sumarle el salto de calidad que dieron la URU y la franquicia mirasol apostando por la llegada de Warren Gatland por tres semanas a Montevideo. El reconocido entrenador neozelandés colaboró con el staff y día a día se fue metiendo en las prácticas del plantel colaborando con toda su sabiduría y experiencia. Fue un verdadero lujo para Uruguay.

Peñarol apostó a la reconstrucción y sentó las bases para ganar el Super Rugby Americas por tercera vez en cinco ediciones, pero también para que ahora, Rodolfo Ambrosio —head coach de Los Teros— tenga un amplio espectro de jugadores elegibles para ir en busca de la cuarta clasificación al Mundial, algo que sería histórico para el rugby uruguayo.