Auge de marcas uruguayas de ropa masculina, nuevas y tradicionales van tras un hombre más exigente

Harrington, Jean Vernier, Denali y Ganbaru son solo algunas empresas que crecen en el sector de vestimenta con diseños que traen lo último en tendencias pero se ajustan al consumidor local

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Marcas uruguayas de indumentaria masculina
Marcas uruguayas de indumentaria masculina

«Es el último. Primero las mujeres, luego los niños y por último los hombres». Monis Lev, director de la marca de indumentaria masculina Harrington, presente en el mercado local de 1937, explicó que cuando sus padres crearon la empresa, el objetivo fue contemplar esa realidad y ofrecer un espacio donde los hombres «fueran los primeros».
Desde entonces, mucha tela se ha cortado sobre la moda masculina. Sobre todo en los últimos años, el hombre uruguayo comenzó a animarse a consumir más tendencias, a ampliar su vestuario y lucir diseños más descontracturados.

Como resultado, han surgido marcas de ropa masculina que juegan más con el diseño, pero sobre todo, que lo adaptan al consumidor local, como Jean Vernier (1978), o emprendimientos más recientes como Denali (2018) o Ganbaru (2021).

Nuevo uruguayo

El hombre uruguayo ha evolucionado. El cambio en el consumo de indumentaria se ha hecho notorio especialmente en los últimos 10 años y entre los jóvenes, hoy compran más ropa y con mayor frecuencia, aseguró Lev. «Los jóvenes quieren estar bien vestidos. Si tenés productos atractivos en la vidriera, se vende», señaló. Esto ha hecho que Harrington, que produce sus colecciones en China, actualice su propuesta incorporando colores de moda y prendas como jeans pero sin ser «rupturistas», sino manteniendo un estilo cercano al clásico. «Tenemos jeans pero sin roturas», enfatizó Lev. La empresa se define como «sport clásica, para público ‘moderno clásico’ que no es de última moda, sino que combina tendencias actuales con cortes adaptados al público uruguayo. Es un público que busca ropa que le agrade, que se sienta cómodo. Máximo Dutti es nuestro referente», dijo.

A su entender, el mercado local aún tiene espacio para más marcas de indumentaria masculina. «No hay tanta oferta de ropa para hombres como la nuestra, no hay tanta competencia. Si ves los negocios internacionales que están acá, van más a la estética y el colorido, a lo disruptivo. Nosotros ofrecemos un producto de calidad con un estilo», explica.

Como ejemplo de esta realidad, reveló que las prendas de lino fueron las más vendidas este verano en Harrington. «Fue lo más exitoso, desde camisas hasta sacos. Eso marca un cambio de tendencia de consumo que incluye la apuesta a más colores. Eso antes era inimaginable», evaluó el director de Harrington, marca que mantiene un «crecimiento constante todos los años» en sus ventas.

Hombres. Son más exigentes y compran más ropa, afirman.
Hombres. Son más exigentes y compran más ropa, afirman.

Leandro Esteve, fundador y director de Ganbaru, coincide en que el hombre uruguayo tuvo «un cambio significativo en su forma de consumir moda». «Antes era muy clásico, muy de traje y corbata. Hoy se anima a cortes más modernos, a colores un poquito más jugados, a combinaciones más casuales», resaltó.

En su caso, entiende que la digitalización también ha contribuido a transformar la industria. «Antes, las marcas crecían principalmente a través de puntos de venta físicos, pero ahora las redes sociales juegan un rol clave. El consumidor está más digitalizado. Tengo clientes de 55 o 60 años que me encuentran por redes sociales», destaca Esteve, quién remarcó que esta tendencia permite a grifas emergentes como Ganbaru llegar directamente al cliente, mostrando productos a través de videos que simulan la experiencia de una local. «Yo muestro la ropa puesta, explico el corte, el cuello, cómo combinarla. Eso baja la barrera del cliente», señala.

Según el fundador de Ganbaru, la marca, que aún produce 100% en Uruguay, experimentó un incremento en sus ventas de entre el 20% y el 30% en el último año, aunque relativizó el dato por tratarse de una empresa muy joven. Sin embargo, indicó que Ganbaru está en pleno crecimiento. «Reinvierto todo, y estamos profesionalizando más áreas como finanzas, marketing y gestión de stock, además de abrir el segundo local este año».

Para Alejandro Roizner, director de Jean Vernier, el cliente uruguayo se volvió «más exigente». «No busca gastar de más, pero tampoco está dispuesto a llevar algo cuya calidad no le convenza. Valora la comodidad, que la prenda dure, que no pase de moda y que sea de fácil cuidado. Quiere resolver rápido, en poco tiempo encontrar lo que necesita, que le quede bien y a un precio justo», resume.

Al igual que Lev, Roizner, que durante 25 años fabricó en Uruguay y hoy importa del exterior, ve un sector «sano». «Tener el foco puesto exclusivamente en lo masculino nos permitió especializarnos, entender a fondo al cliente y ofrecer una propuesta sólida. Apostar a este segmento nos ha permitido no solo crecer en Uruguay, sino también expandirnos a Paraguay. La clave está en entender que el hombre uruguayo sí compra ropa, pero necesita que le faciliten la experiencia», subrayó.

Juan Pablo Ferreira, cofundador de Denali, matizó esas visiones: «El mercado de la indumentaria para hombre es menos atractivo que el de la mujer en términos estrictamente económicos. La mujer se interesa más por la ropa, compra más frecuentemente y gasta más en promedio. Como consecuencia, las propuestas para hombre son menos y menos ambiciosas». Sin embargo, aclaró que, de la mano de un diseño de prendas que nace de contestar la pregunta «¿qué prenda nos gustaría comprar a nosotros» ,y gracias a una venta de jeans pareja durante todo el año, en 2024 la empresa creció 25% frente al 2023.

En su opinión, el sector tiene el desafío de producir en Uruguay siendo rentable. «Por esto, todos los procesos creativos pasan por el filtro de ‘¿esto se puede hacer acá?’ y en caso que sí, ver si es viable económicamente y si hay mercado que lo justifique», concluyó.

Harrington
Harrington

La clásica marca de ropa masculina fue creada en 1937 por los padres de Monis Lev, quien hace 50 años está en la empresa y es su actual director. Desde sus inicios, el foco de la firma ha estado puesto exclusivamente en ropa masculina y «así seguirá», aseguró Lev. Hoy Harrington tiene 16 locales, 10 de ellos en shoppings (de Montevideo, Canelones y Maldonado) y seis ubicados a la calle, además de su e-commerce. La empresa, que registra un crecimiento de dos dígitos, y tiene 150.000 s registrados, tiene como base «modernizar su propuesta que trae de Europa y adaptarla al consumidor local», dijo Lev.

Jean Vernier
Jean Vernier

Creada en 1978, la empresa familiar surgió para responder a una necesidad de mercado, ya que «la moda masculina fue un segmento poco atendido», indicó Alejandro Roizner, director de Jean Vernier . «Nuestra marca nace para hacer ropa pensada 100 % para ellos, desde adolescentes hasta adultos mayores, y para distintas ocasiones, sumando calzado y rios», definió. Actualmente, cuenta con 30 tiendas en Uruguay y está presente en 21 ciudades. Tiene su sitio de
e-commerce y además sus prendas son parte de varias tiendas multimarca. En 2015 desembarcó en Paraguay donde ya suma siete locales.

Denali
Denali

Denali nació en Alaska. Sus cofundadores, Ignacio Novo y Juan Pablo Ferreira, soñaban con conocer ese estado de EE.UU. y su naturaleza. Cuando cumplieron 25 años viajaron allá, y una noche, mientras acampaban en el Parque Nacional de Denali, surgió la idea. «En una de esas largas noches acampando, pensando cómo conjugar nuestro deseo de emprender con nuestro interés por la vestimenta, la respuesta apareció y el nombre estaba ahí: una marca de ropa Denali», recordó Ferreira. Así, en 2018 crearon la grifa que une diseño urbano, outdoor, surfing, montaña y campo. Hoy tiene un local en Montevideo y un e-commerce.

Ganbaru
Ganbaru
Bnfotografia

Leandro Esteve no conocía del sector textil pero algo lo incomodaba: no encontrar ropa que le gustaba en Uruguay. ¿Qué hizo? Comenzó a confeccionarla. En enero de 2021 compró tela y, con la ayuda de una costurera, hizo 15 camisas de lino. Las vendió en tres semanas y descubrió que el nicho de la ropa masculina adaptada al consumidor local estaba desatendido. Llamó a su marca Ganbaru. Para el otoño sumó bufandas, pantalones y no paró más. Al año pasó a un taller y a los dos años el proyecto se transformó en su medio de vida. Este año sumó un segundo local en el Centro de Montevideo; mientras, también crece su e-commerce.

Polanco
Polanco.

En 2023 surge Polanco, marca uruguayaque pertenece al Grupo Forter S.A. (gestiona Rusty, Dixie y Superoutlet), con la impronta «fuerte identidad local y una clara conexión con el estilo de vida del interior del país», explicó Mercedes Oyenard, diseñadora de Polanco. Por su parte, Mathias Maghini, encargado de marketing, añadió: «nació con el propósito de fusionar tradición y modernidad, creando prendas que acompañen al hombre uruguayo actual en su vida cotidiana, respetando su cultura, su tierra y su forma de vivir», definió. Según explicó, su diseño se inspira en el modo de vida del «Uruguay profundo», en sus paisajes y tradiciones.
Sus inicios fueron en tiendas multimarcas del grupo, en 2023 lanzó su e-commerce, en 2024 abrió su primer local propio en el barrio Punta Carretas y sumó uno nuevo en la ciudad de Durazno.
Asimismo, de la mano del éxito de la marca, para la temporada verano próxima, la marca lanzará su línea de prendas femeninas, adelantaron.

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